martes, julio 15, 2008

LOLA LA LIANTA

-Creo Mari Pili que creceré en la vida sin traumas.
-Dirás disminuir porque ya tienes la edad ideal para descrecer.
-¡Cateta!, inventándote palabros como la ministra que no vienen en el diccionario… Y para que lo sepas, estoy en edad de ampliaciones, OPAS y OPV en mi cabeza.
-Te da igual veinte que ochenta. Mezclas sin rubor, Lola.
-Claro, porque las vergüenzas y los tabúes no se ha hecho para mí.
-Será eso, Lola.
-No lo dudes, Mari Pili… Y ahora vamos a lo nuestro. ¿Preparada?
-No. ¿Me puedes decir qué es lo nuestro?
-La hora de la batuka… ¡Bumbum, batuuuuuuuuuuuka!... Mari Pili, hija, qué sosa eres.
-¡Anda ésta! Tú no te has visto.
-Sí, guapa, claro que me veo y soy un espantapájaros apasionado. ¿Y tú qué pones? Dime.
-No pongo nada, Lola, soy limitada. Soy… nada.
-¿Cómo que tú eres nada? Eres mi amiga.
-Lo que es lo mismo que decir nada.
-Mari Pili, me huelo que estás depresiva y ese estado es el único que nos está prohibido. Recuerda que somos almas gaseosas.
-Pues seré gaseosa, pero sin fuerza.
-¿Qué te pasa, prenda, flor chuchurrida? Cuéntaselo a Lola.
-No, no te cuento nada porque luego lo cacareas todo.
-¿Me estás llamando bocazas, cotilla, chismosa?
-Sí, Lola. No sirves para tener la boca cerrada.
-Cierto, pero es que necesito que mis pulmones se oxigenen y este aire penetre en mis sesos, por eso no dejo de piar.
-Ya, pero es que luego tu lengua sale a pasear y escupe todo lo que hay almacenado en el cerebro y que sepas que allí hay cosas mías que no deseo que sean escupidas.
-Pero que egoi iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiista eres. ¿Te has parado a pensar que nuestras cosillas bien aireadas, como sólo lo sé hacer yo, pueden ayudar a otras personas que están desalentadas y necesitan una sonrisa?
-Pues no quiero que nadie se ría.
-Mari Pili tú estás deprimida; necesitas rápidamente un vigorizante. Voy a preparártelo.
-Gracias, Lola. ¿Es una tisana, una tila?
-Parecido… Toma, bébelo rápido o sus esencias se evaporan.
-¿Qué es?
-Infusión de penes de tortuga mareada.
-¿Eh? ¿De dónde has sacado eso, Lola?... Además será penes de tortugos, ¿no?
-Tortuga, bruta. Me lo ha recomendado Monchita que me ve si tono vital.
-¿Y te lo has tomado?
-No, estaba esperando la oportunidad. Si te hace efecto me lo tomo. Bebe…
-Ni de broma, prefiero la batuka.
-Batuka y los penes, venga, yo te acompaño.
-¿Monchita lo ha probado?
-Claro que no. Monchita es una mujer equilibrada, no necesita. Venga, a la de una, a la de dos y a la de…
-¡Para!... Voy a llamar a Monchita… ¿Monchita? Soy Mari Pili.
-¡Hola, guapa!... Mira me estaba preparando una infusión de tomillos de oca.
-¿Para qué es eso?
-No sé, me dijo Lola que son buenísimas. Ya sabes que me fío de lo que me dice Lola.
-Monchita, te tenía por más lista. ¿Y la infusión de penes de tortugo te las has tomado?
-¿De qué?
-De tortugos mareados o no sé qué.
-Ay, dame la receta, que la preparo.
-Espera, un momento… Lola ven aquí. Monchita no te ha dado ninguna receta de tortugos.
-De tortugas, Mari Pili. Entonces me lo habrá dicho la radio. Yo no me invento las cosas.
-Monchita, oye, déjalo, no te tomes nada hasta nueva orden. ¡Hasta luego!... Oye Lola eres una lianta. Llevas a todas las amigas por caminos tenebrosos.
-Dirás, discutibles. Pongo sal y pimienta a vuestras vidas.

1 comentario:

CATI COBAS dijo...

Hoy me hacía falta una Lola...Gracias. Cati