domingo, junio 24, 2007

LOLA Y LA CAMISETA DE MARI PILI


-Lolaaaa...
-Aimm... ¡Qué susto!, Mari Pili, buenos días.
-¿Te has acordado de lo que te pedí?
-¿Cuál de todo? Porque tienes la boca de un fraile: todo el día pidiendo.
-Te lo he pedido cuarenta veces, Lola
-¿Lo mismo? Pues fíjate, hablas tan bien, que no me había dado cuenta de lo poco variada que eres.
-Si te valiera, pensaría que te quieres quedar con ella, pero te cabe un brazo mal doblado.
-Mari Pili, hija, ¿has dormido mal o has soñado con Paquito? Vienes muy agradable.
-¿Me has traído mi camiseta?, ¿sí o sí?
-Pues no, Mari Pili
-¿Y a qué estás esperando?
-Me estás estreseando, que lo sepas.
-Tú no te estresas ni queriendo, guapa... ¡Mírala!, se sigue comiendo la tostada sin inmutarse.
-Mari Pili, es que está muy rica.
-¿Y mi camiseta?
-Se me ha olvidado, te he dicho... Camarero, por favor, un bocadillo de valerianas para mi amiga.
-¿Y por qué se te ha olvidado? Pensé que yo era tu mejor amiga.
-Tú sí, pero la camiseta me empieza a caer bastante mal, por no decir fatal.
-Es que quiero miiiii camiseta.
-Y yo quiero muchas cosas y, ya ves, aquí estoy aguantándote.
-Lola, es que me gusta mucho, me sienta bien y es míiiiiiiiiia.
-Me ha quedado claro que la camiseta es tuya. Pero me pregunto a mí misma mismamente, ¿por qué tengo yo tú queridísima camiseta?
-Se me olvidó en tu casa.
-Entonces, ¿por qué, puñetas, no vienes a miiiiiiiiiiiii casa y te la llevas?
-Pues... no sé.
-Anda, desayuna y vámonos al mercadillo.
-¿Cuándo me la vas a devolver?
-¿Cuál?
-Mi camiseta.
-¡Ah!, en cualquier momento. Ahora, cambia el disco... Dime, ¿qué tal Paquito con su régimen?
-¿Te importa más Paquito que yo?
-Me temo que sí, Mari Pili. Como no cambies de tema, te mando a freír mandigas
-¿Qué es eso?
-Un lugar donde la gente no lleva camisetas, Leñe.
-Yo sin mi camiseta no voy; vete tú.
-Te voy a decir una cosa que no te va a gustar, pero te lo has buscado.
-A ver, di...
-Pareces mujer de lo pesada que te has puesto.
-Vale, Lola, pero, ¿me darás algún día mi camiseta?
-¡Ay, Señor, Señor!, ¿tan pusilánime soy para aguantar esto?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espero que la mudanza no haga parar a la Lola... Me divierte y el rato que paso con ella me relaja
Abrazos
Lola (laotra)