sábado, septiembre 15, 2007

LOLA Y LAS MÁQUINAS


-Lola, soy Mari Pili.
-¡Qué emoción!... ¿Qué quieres? Habla deprisa.
-¿Por qué he de hablar deprisa?
-Porque estoy hablando desde el teléfono de Heidi y me ha prohibido Pepe que gaste teléfono a mi cuñada.
-Lola si la que llamo soy yo.
-Ya, pero a mí se me gasta el teléfono de Heidi.
-Lola, escúchame...
-Escucho...
-La que paga la llamada soy yo, Mari Pili.
-¿Segura, pero de lo más segura?
-Segura.
-Entonces, habla hasta que te aburras; el pueblo te escucha.
-Lola eres la última amiga que me queda.
-¿Te has cargado ya a todas? ¡Qué torrente!... Pues a mí ni me mires, Mari Pili.
-Lola escúchame.
-No, que me matas.
-Lola eres mi amiga.
-Ya, ya, y las otras también lo eran y ya ves, te las has cargado.
-Lola, las he abierto los ojos y lo han comprendido.
-¿Sí? Es decir, ¿qué las avisaste? ¡Jesús! Nunca se termina de conocer a la gente.
-¿No te dan envidia?
-¿A mí? Ni de broma. Yo quiero mucho a mi Pepe y, además, lo más importante: antes de estirar la pata, tengo que hacer muchas compras en el mercadillo.
-¿Tú sabes cuándo te vas a morir, Lola?
-Mari Pili, cómo no lo voy a saber si me acabas de decir que soy la única que te queda... Me deben de quedar tres cuartos aproximadamente.
-Es verdad, Lola; las demás ya han comprado mi máquina infernal. Sólo quedas tú.
-Un poquito de por favor, vayamos por partes bien repartidas: tu deseo es que yo compre la máquina, ¿no?
-Claro, Lola.
-¿Antes o después de que me fusiles?
-Una vez que compres mi maravilla, automáticamente caes.
-¡Miau!, tururú trompeta, vamos, que te vayas a buscar a otra prima... Yo no soy como la masa; soy exclusiva.
-Lola es una máquina exclusiva para ti.
-Pues, entonces, Mari Pili, quiero ser masa.
-La Termomix hace una masa muy rica.
-Yo estoy contenta de ser masa mala ¡Adiós!
-Lola no me cuelgues... Te hago un precio.
-¿Por matarme? Eres muy generosa.
-Por comprar la máquina, Lola.
-Tu bicho es para gente con cabeza, inteligente. ¿Te has dado cuenta cuántos botones tiene? Si mi Pepe que tú sabes que es un cabezón cerebral no la sabría funcionar...
-Es muy sencilla de manejar, Lola.
-Pero Mari Pili, si se me olvida hasta cómo funciona el interruptor de la luz... ¿Ves? Sin embargo, mi cazuela es lo que es: una cazuela, sin botones ni aditamentos, sencilla y funcional. Vamos, lo que toda la vida se ha conocido por cazuela. Hay cazuelas grandes, medianas, pequeñas... La mía es el tamaño justo. Toda la vida juntas y ahora pretendes que la arrincone. Acaso, ¿te gustaría a ti que te cambiara por otra? Pues no. Claro, normal. Además, si consigues encasquetarme tu bicho, dime, ¿qué te quedaría en la vida por descubrir? Nada, tu vida laboral carecería de interés. De esta otra manera, te doy el aliciente cada mañana de pensar si ése será el día señalado para que Lola la imposible caiga en tu trampa. Ahora, te digo una cosa, Mari Pili: tú vales mucho, no lo dudes, eres una gran vendedora de bichos... Por cierto, Mari Pili, ¿tú, el cielo lo tienes sin tocar, verdad? ¿No has hablado con San Pedro, San Pablo, la corte celestial y aledaños?
-Ése mercado lo tengo virgen.
-¿Ves, Mari Pili? Menudo mercado que te acabo de abrir... Ahí tienes material, ¡ojo! y del bueno... Mira, no se hable más porque yo sé que la paciencia tiene un límite: cuando vuelvas de vender la máquina a todos los santos, te la compro yo; te lo juro, sabes que soy mujer de palabra. ¿Vale?
-...
-¿Mari Pili?... Ya se me ha mosqueado otra vez; me ha colgado. Esta amiga mía cada día está más sensible; se va haciendo mayor, qué lástima... Y eso que le he mandado al cielo donde hay gente de primera... Anda, que si la digo que se vaya al infierno con Lucifer... Claro que, pensándolo bien, quien tienen dinero son los sinvergüenzas del infierno; allí están todos los estafadores... Voy a llamarla, que no pierda el tiempo con los de arriba... ¿Mari Pili? Soy yo, Lola. Que digo que si, ¿has probado a irte al infierno?
-No, ¿y tú a la mierda? ¡Adiós, Lola!

Si es lo que digo: ya no hay humor y mi amiga se está haciendo mayor.


RECORDATORIO: LOLA EN es http://ib3.es el 19 de septiembre a las 12 de la noche en el programa de Sandra Llabres y Joana Pol

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando tengo el ánimo bajito, algo muy frecuente en mi, entro a leerte para que me saques sonrisas. Tengo que darte las gracias, son un bálsamo.
Marila