sábado, octubre 20, 2007

LOLA AJUSTA CUENTAS



-Exquisito tu chocolatito, Mari Lola.
-Bien, pues ahora a pagarme.
-Pero qué morro, si nos has invitado tú, Mari Lola
-Claro que sí, Aurorita, pero hace tres meses que fue mi cumpleaños y no me habéis pagado mi regalo.
-¿Y quién ha puesto este sabrosísimo bizcocho relleno de coco, miel y natillas?
-Lo primero, Mari Pili, nadie te mandó traer nada, que quede claro y, lo segundo, sólo una mala mujer puede traer semejante bizcocho que se dispara el colesterol y la báscula de calorías que lleva en sus adentros. Sólo te ha faltado poner aguacate, mantequilla, dos docenas de huevos y sirope.
-¿No lo has detectado, Lola? También lleva de todo eso a partes iguales y equilibradamente sopesadas para el bienestar estomacal de mis amigas... ¿Y cómo lo he hecho? Gratis, gratis para mis amigas..., cochina materialista.
-Pero, un poquito de por favor, si sólo pido lo que es mío.
-Mari Lola recuerda que...
-Aurorita cállate. Tú, de buena que eres, eres más simple que un pollo. Aún te debemos el regalo de tu boda y nunca nos has reclamado.
-Porque soy discreta y no me gusta abochornar con la mala educación.
-Ah, así que nos llamas ausentes de educación vial... Retiro lo de más simple que un pollo. Eres una deslenguada, Aurorita.
-Lola, la debemos la segunda entrada del regalo de sus bodas de plata.
-Mari Pili, que me acuerdo muy bien. Tú me decías “Lola, va a nacer la niña y se nos va a acumular el bautizo con la boda”
-¿La boda de quién? ¿Quién se casa? ¿Qué nos vamos a poner? Podíamos ir las tres iguales.
-Aurorita céntrate. Hablamos de tu boda.
-¿Casarme yo otra vez? Si no se me ha muerto mi Jonatan Josué.
-Ni Dios lo quiera, hija, que es un buen hombre. De todas formas, otra vez no te cases pues, entonces, ya te deberíamos más regalos. Tú parada, quieta hasta que nos pongamos al día, ¿vale, nena?
-Vale. Entonces, ¿quién se casa?
-Nadie Aurorita, no se casa nadie. No te estás enterando de nada.
-Mari Pili, si es que seguiros me supone tomarme un saco valerianas. Con vosotras termino de los nervios.
-Ah, muy bien, Aurorita, así que pagar mi regalo de cumpleaños te supone dolor de cabeza y prefieres comprarme valerianas. Habérmelo dicho antes, mona. Que sepas que me recorrí seis mercadillos...
-Lola, fueron ocho.
-... Pues veinte mercadillos para encontrar un regalo que se ajustara a vuestras economías y no terminarais pagándomelo a plazos y, ahora, en vez de dinero, me queréis dar valerianas.
-Yo no he dicho nada, ¿eh? Aunque si te tomaras un par de cajas o cuatro te harían bien.
-Mari Pili, tú eres una zorra y que sepas que cuando nació mi Jonatan júnior me regalaste un pijama pequeño.
-... Aurorita, ¿al niño también le llamas Jonatan? Fíjate, le pega más Serafín.
-¿Serafín a mi Ruanito?
-Pero, ¿es Ruanito, Serafín o Jonatan júnior?... Tengo que buscar un look nuevo para mi Paquito. Mis amigas no me dejan atrás.
-Mari Pili, guapa, pon un poco más de chocolate y esfúmate.
-¿Me echas de tu casa? Pues os recuerdo que en el año que reinó Carolo, estábamos aún en el colegio, estuvisteis pagándome el regalo doce meses.
-¿Doce veces te pagamos un mismo regalo? Ahora mismo devuélvenos el dinero.
-Lola eso es imposible. En aquel momento reinaba la peseta. Como ha desaparecido no hay posible devolución.
-Aurorita, tú tan agorera como siempre.
-Qué triste... Hemos quitado poesía a nuestros regalos.
-¿Qué poesía, Aurorita, si jamás la tuvo? Nadie en su sano juicio va a comprarse el regalo de sus amigas y luego les pide el dinero.
-Lola, nosotras, ¿cuándo hemos demostrado hacer uso del juicio?
-Espera que piense... No me acuerdo.
-Yo lo tenía, pero vosotras me lo robasteis.
-Aurorita te hicimos un favor. Tener juicio sólo sirve para tener dolor de cabeza y tú siempre has sufrido fuertes migrañas.
-Callaros y pagarme.
-Págame tú primero, Lola, el de las bodas de plata de mi hija Isadora.
-¡Leches, Mari Pili!, que ha casado a la niña y no nos ha invitado. Ahora sí que no pago ni el regalo de su segunda hija que tampoco lo pagué.
-Yo no he casado a nadie, me lo he hecho yo sola.
-¿Qué te has hecho el qué?... Comienzo a tener una incipiente cefalea sin usar el juicio. Esto me preocupa..
-Resumamos, chicas...
-¿Resumir el qué? Aquí hay gato encerrado, Mari Pili.
-¿Sí? ¿Dónde está el gato, Lola?
-Lo tiene Aurorita. Es la clave. Durante todos estos años tú y yo con remordimientos de conciencia por no pagarle el regalo de su boda, ¿pero cuál de todas sus bodas, Mari Pili? ¿Y por qué su niño Ruanito nació ya crecido en vez de nacer pequeño para que le valiera el pijama que tú le regalaste? Ella ha abusado de nuestro descerebramiento, Mari Pili. Se pensaba que no nos íbamos a acordar...
-¿Y nos acordamos, Lola?
-No, pero eso da igual... Pero lo que sí me acuerdo es que me debéis mi cumpleaños o, ¿era mi Pepe? Bueno, da igual, pagadme unos calcetines que he comprado a Pepiño y asunto zanjado.
-No te pagamos a ti nada y se lo vamos a pagar a Pepiño el Oscuro... Vamonos Mari Pili...
-Iros par de roñosas, pero que sepáis..., se me ha olvidado. Ya os lo diré cuando me acuerde par de tacañas. ¡Adiós!
PD... Tengo que obligarme a no recordar nada porque me acabo de acordar que a estas dos las debo de todo y me está creciendo el remordimiento y si me crece, no las puedo seguir pidiendo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad en general esto de los regalos y de que a veces se mire muy de cerca lo que el otro te dio para darle algo por el estilo, o concebir el regalo como intercambio más que como regalo (ya sé que el post es en tono de humor, pero hablando en general), que a veces me da pena que sea tan claro que el regalo es "en pago" de algo, creo que pierde valor, si es "en pago" ya no es un regalo, ¿no?, y si uno va a pasar factura de los regalos o los favores que haga, en realidad ni hay regalo ni hay favor, sino solo permuta, negocio, da un poco de pena

un beso

:-)

santi

blumun dijo...

Hola, yo tengo una amiga de esa calaña, me reconozco en el relat ja jaaaa Verás , cuando me casé, me dijo que me haría un cuadro y me lo regalaría. Vino al convite sin nada. Nació mi hijo, y para el bautizo repitió, esta vez me dijo que ya me debía dos cuadros, es artista. Pues yo los cuadros aun no los he visto. Y hace dos años que no nos vemos ella y yo, vive fuera. El mundo de Lola es muy real.
Besos.

Lola Bertrand dijo...

jejeje, lo del pijama pequeño me ha hecho desternillarme de risa.
Angeles , eres una fuente inagotable de sabiduría...
Lo cierto es que casi todos debemos algún regalo de boda.
En fin te visito ya ves y ahora buscaré tu otro rinconcito.
Abrazos del mar.
Lola ( laotra)

CATI COBAS dijo...

Me encantó, como siemore, Ángeles. un abrazo grandote de Cati