miércoles, diciembre 20, 2006

LOLA, MONCHITA Y EL VINO


-Ay, Lola, lo que he oído a las dos de la mañana.
-¿Te has reconvertido a mujer búho, Monchita?
-Esto es muy grave, Lola. Pueden ir muchas familias al paro por lo que ha dicho la ministra.
-A ver, Monchita que me centre; sabes que la información que se me transmite va lenta y, después he de almacenarla. ¿Qué hacías a las dos de la mañana?, ¿con quién has estado últimamente que te ha llevado por la senda de la perdición? ¿Quién estaba hablando a las dos de la mañana cuando a esa hora se tiene la garganta muda? ¿Desde cuándo te hablas con una ministra que no es de tu correa?, ¿te has pasado al bando enemigo? Además, ¿quién eres tú para que te llame la ministra para decirte que va a subir el paro?... Por cierto, Monchita, ¿te dijo si mi Pepe va a cobrar la prejubilación?
-Por dios, Lola, me has hecho sesenta y nueve preguntas en un segundo…
-Monchita, ¿te das cuenta que has dicho sesenta y nueve y no setenta?
-Sí, ¿y?
-Estás practicando sexo en forma de palabra. Lo que eras y en lo que te has convertido… me dan ganas de llamar ahora mismo a tu madre y decirle que eres una descarriada.
-Lola, ¿qué has bebido para decir tantas bobadas amontonadas?
-He dejado la cazalla.
-Pero, ¿por qué, Lola? Si te daba un puntito muy tú… Ya sé: has oído a la ministra.
-Vino Pichu y me ha regalado una bebida mucho mejor que la cazalla.
-Anda, qué morro, ¿y por qué a mí no me ha regalado nada?
-Y yo qué sé, Monchita… te verá más controlada y yo como estoy cazando ratones colorados todo el día… Pichu antes de actuar, piensa las cosas y habrá tomado la determinación que lo que me ha regalado es exclusivo para gente con marcha. Acaso, ¿tú la tienes, eh?
- Más quisieras tener lo que yo tengo y cuando se me ha terminado, saco a Monchito para que me dé vidilla.
-A ver, ¿qué te da para decírselo a Pepe? Está más soso últimamente… como está cerrando el año en la funeraria, no hace más que contarme el balance de muertos.
-Qué interesante, Lola. ¿Han muerto más este año o el año pasado?
-¿Ves, Monchita? A ti te va una marcha ceniza; imposible que Pichu te regale lo mismo que a mí cuando te interesa el balance mortuorio.
-Bueno, ¿me vas a decir lo que te ha regalado?
-Déjame que lo piense. Mientras dime lo de la ministra y tus relaciones obscenas con el partido político que es enemigo de tus ideas. Venga, habla, el pueblo te escucha.
-Hija qué disgusto. Mi madre ha dicho que se va a manifestar y, tú con lo que eres, debías de hacer lo mismo.
-¿Pero qué te ha dicho, leches?
- Hija, no me aturulles, que bastante disgustada estoy para que vengas tú a ponerme nerviosa.
-Monchita, no me toques la boina; si tú en vez de crecer para fuera, lo haces para dentro. Eres todo control, no puedes tener arrugas porque jamás haces un mal gesto; lo hago, ya, yo por las dos. Si alguna vez hicieras el baile del vientre, ya verías que la vida es de otro color…
-Lola, soy estreñida, pero hago del vientre todos los días, no soy como tú que he de utilizar supositorios.
-Monchita, deja mis supositorios en paz, ¿quién te ha hablado de ir al baño? Conversaciones escatológicas por mi boca no oirás, soy muy fina aunque te voy a decir una cosa: la ministra es una cabrona.
-Loooooooooola, por dios, ¿por qué la insultas si no sabes lo que ha dicho? Eres una mal hablada.
-Ayyyyyyyyyyy, Monchita que te has pasado al enemigo. Voy a llamar a Pichu ahora mismo.
-Chivata… Anda, saca la cazalla; dentro de nada no podremos beber.
-¿Por qué, Monchita? No beberás tú, pero yo…
-La ministra ha dicho que el vino es malo y que lo va a prohibir.
-Dame el teléfono de tu madre; me voy con ella… Qué cabrona.
-¿Mi madre, Lola?
-La ministra, Monchita, la ministra, ¿cómo voy a decir eso de tu madre que es una santa? por cierto, toma un vasito, anda…
-¿Qué es esto tan rico, Lolilla?
-Lambrusco, Monchita; es lo que me ha regalado Pichu. Sirve para encontrar el punto G.
-¿Eh? Lola el punto G es un secreto.
-Pues Pichu lo ha encontrado y lo ha metido en esta botella; mira, ¿ves? Lo pone en la etiqueta.
-Lola, por dios, no sabes ni leer. Pone Lambrusco.G… es la marca.
-Que no.
-Que sí
-Toma un poco más, ¿a qué está rico?
-Hip… mucho; ya verás como se entere la ministra, Hip…
-Anda que la den, hip, la felicitamos las pascuas, hip…
-Nooooooooooo, la contamos el balance de tu Pepe, hip..
-Qué buena idea, hip… Viva la navidad.
-Viva la ministra del ramo…Hip.
-Monchita, eso jamás; antes muertas que brindar con el enemigo…
-La G se nos ha subido, Lola… Hip.
-Llama a tu madre y dile que venga.
-¿Para qué, Lola?
-Vamos a contarla el puntito G de la señora ministra… Hip… Le gustará.

No hay comentarios: