domingo, abril 22, 2007

LOLA EN EL LIMBO


-¡Buenos días, Lola!, ayer te estuve llamando todo el día y comunicabas.
-Sí, Mari Pili y no me ha servido para nada; ya verás cuando vea la factura Pepe.
-¿Con quién hablabas, Lola?
-Con el Vaticano; qué gente más borde, leches.
-¿Y qué hacías tú hablando con el Vaticano?
-Llamé para hablar un rato con el Papa, contrastar opiniones, pero no me pasaron. Creo que hablé hasta con el cocinero, pero con él, no.
-Normal, Lola, es como si llamas al presidente del gobierno, tampoco te pasarán.
-Es que con ése no quiero hablar; yo quiero con el Papa. Siempre me he llevado divinamente con él, pero su actuación del otro día, me ha dejado perpleja. Fíjate, me llegaron a decir que me fuera a una iglesia y hablara con Dios; ya les dije que a Dios le tengo aburrido, tanto, que ya ni contesta a mis plegarias. A ver qué hago…
-¿Qué haces de qué, Lola?
-Ahora, a mala leche, no hay quién me gane. Cuando venga la factura del teléfono, les voy a decir a los de Telefónica que la remitan al Vaticano.
-Haces muy bien, Lola; seguro que te hacen caso.
-¿Tú crees, Mari Pili?
-Sin duda, Lola, perderán el culo por pagártela.
-¡Ah!, y les pasaré la minuta del servicio de mudanzas.
-Muy bien, Lola, Muy bien… Lola, ¿qué mudanzas?, ¿os cambiáis de piso?
-Yo, sólo yo.
-¡Ay, señor, qué disgusto!, ¿por qué no me has dicho que os divorciabais, Lola? Si erais un matrimonio ejemplar.
-¿Quién ha dicho que me divorcie? Yo con mi Pepe hasta el final. ¿Ves? Haciendo todo lo que me dice la Iglesia y luego ella ¡zaca!, me hace esto; no hay derecho.
-Si no te divorcias, ¿para que te mudas? Mucho gasto mantener dos pisos. ¿Vas en alquiler o te lo has comprado? Desde luego, han bajado mucho los precios. Quizás sea un buen momento de invertir.
-Encima..., me echan y voy a gastarme el dinero que no tengo… No se lo creen ni ellos, menuda soy.
-No entiendo nada, Lola.
-Ni yo, Mari Pili.
-Vamos a ver, Lola, ¿pero este piso no era vuestro?
-No, es, de momento, del banco. Tenemos hipoteca hasta que nos muramos.
-¿Y al banco que habéis pedido la hipoteca es del Vaticano?
-No, Mari Pili.
-De nuevo, Lola, no entiendo nada.
-Eres más corta que las mangas de un chaleco, guapa.
-Puede, Lola, pero es que no entiendo qué hace el Vaticano, el Papa y la iglesia mezclándose contigo.
-Oye, oye, no me emplees ese tono despectivo. Es un honor que disfruten de mi persona. Precisamente por eso estoy indignada: llevo taitantos años sin dar problemas, con la paciencia del Santo Job y anteayer con un breve comunicado de prensa dicen “La Iglesia cierra el Limbo”… Y ahora, ¿dónde voy a ir yo? Contéstame Mari Pili.
-¿Eh?... ¿Y yo?
-¿Tú, qué?
-Eso, Lola, ¿a dónde voy a ir yo?
-No sé, chica. Yo toda la vida escuchando a mi madre y, después, a mi Pepe, diciéndome que yo vivo en el Limbo…, no sé si me admitirán en el cielo. Dicen que abren las puertas.
-¿Las puertas de dónde, Lola?
-Del cielo, Mari Pili, del cielo. Pero con mi CV, cuando me vea San Cucufato, no me va a dejar pasar.
-¿Pero, por qué, Lola?
-Mari Pili, le prometo siempre mucho dinero para su causa si me ayuda. El hombre va y me ayuda y, luego, yo no le pago. Pero es que ando fatal de dinero…
-¡Ah!, pero a mí me van a dejar pasar; si quieres te recomiendo.
-¿A tiiiiiiiii?
-Sí, a mí, Lola. Soy mejor persona que tú; yo siempre pago a San Clodoaldo.
-Pues a mi me debes el café de hace tres años. O me lo pagas o me chivo… Oye, ¿en dónde conociste a San Clodoaldo?
-Es nieto de Santa Clotilde y comparte santoral con San Eustaquio, San Evorcio, San Atanasio, San Eupsiquio, San…
-Ése, Mari Pili, me quedo con ése.
-¿Con quién, Lola?
-San Eupsiquio… Ése santo seguro que no me conoce y me hace sitio en el cielo.
-Lola, los santos ven todo.
-¿Todo, todo, Mari Pili?
-Todo, Lola… No tienes arreglo; yo me voy al cielo y tú te quedas en el Limbo.
-Pues vale…
-¿Y te quedas tan fresca?
-Pues sí; a mí nadie me hace ningún feo. Más vale estar sola que mal acompañada. Y ahora te dejo que voy a escribir un Email.
-¿A quién, Lola?
-Al Niño Jesús.
-Estás como un cencerro.
-Vale, pero la fe mueve montañas; no se te olvide Mari Pili.



No hay comentarios: