viernes, agosto 31, 2007

LOLA Y SU CUÑADA HEIDI

-Lola, soy Pepa.
-¡Qué alegría, Heidi! Y lo que son las casualidades: te iba a llamar en este histórico momento, carísima cuñada.
-Eso me mismo me dijiste hace quince días.
-Sí, pero es que he estado muy ocupada limpiándote la casa; además, no te quiero hacer gasto con el teléfono que es muy caro.
-Por eso llevo llamando dos días y no deja de comunicar.
-Uy, qué raro. ¿Seguro que llamas a tu casa?
-Sí, llamo a mi teléfono.
-Cambiando de tema, carísima cuñada, ¿qué tal vives en tu papel de Heidi? Tiene que ser sanísimo vivir en la montaña, ¿no? Me das una envidia tremenda estar incomunicada, pasar frío para endurecer las carnes, no perder el tiempo yendo con los amigos a tomar cervezas, no viendo a nadie para que no te molesten...
-Lola, ¿cuándo os vais de mi casa?
-Fíjate, ayer mismo le decía a tu hermano “Pepe mete prisa a los artistas porque Pepa estará encantada de volver a la incertidumbre de la gran ciudad”
-Lola, lleváis siete meses en mi casa.
- Y los que te rondaré, morena... Que digo que los artistas ya terminan; sólo les falta asfaltar, pintar, poner las cañerías y cuatro cosas más.
-Lola, estoy harta de ser Heidi. O veo gente, o me vuelvo loca.
-Tranquila, yo veo gente y estoy igualmente cencerro, pero si te aburres, puedo llamar a Mari Pili para que vaya a venderte su máquina infernal; puede estar tres años y no para de contarte las virtudes de su bicho.
-Loooooooola, iros...
-Sin acritud, Pepa, ¿por qué no te vas a dar la vuelta al mundo un rato?
-Ya la he dado.
-Pero, ¿en ochenta días?... ¿Has visto las siete maravillas del mundo? Debe culturizar mucho.
-Quiero mi casa, Lola.
-Eso mismo le pasaba a ET... Lo mismito.
-Lola, os doy tres días... Os desahucio, ¿me entiendes?
-Oído, cocina... ¿Pepa?
-¿Qué?
-Las mujeres sois muy obsesivas... Aprende de mí: todo lo que me desagrada, lo fumigo.
-Yo acabo de fumigar a mi familia que sois vosotros.
-Has hecho muy requetebién fumigar a tu hermano y a tus sobrinos que son muy pesados, pero tú bien sabes que yo no soy de tu familia; soy tu amiga. Por cierto, como amigas entrañables que somos, ¿me podrías prestar un par de meses tu casa?
-Looooooooooooooooooooooooola...

-Pepe, soy Lola... Oye, estoy muy preocupada.
-¿Qué demonios te pasa ahora?
-Yo creo que tu hermana sufre paranoias... Sí, casi seguro, Pepe.

No hay comentarios: