LA MOMIFICACIÓN DE LOLA

-Lola, Lolilla, Lola, buenos días... ¿Sabes qué día es hoy?
-Ni lo sé, ni me interesa; mi cabeza está para asuntos más sublimes.
-Lola, ¿de verdad no sabes qué día es hoy?
-Mira Mari Pili: cuando quiera saber una cosa que no sé, acudiré a Pepe o a ti, depende la temática de sabiduría en la que quiera impregnar mi cabeza y que, por supuesto, no ocupe mucho espacio de almacenamiento. ¿Entendido?
-Sí, pero que sepas que comienzas a estar en un momento que no es cuestión de almacenar sino de perder; la edad no perdona.
-A ti, desde luego que no te perdona. Mira mis senos...
-Están camino de llegar al estómago, Lola... Vamos, caidillos.
-Observa mi perfil latino...
-Ahí te quería ver: doble mentón, pliegues en tu cuello de gacelilla... Por cierto, Lola, ¿notas en las manos un gusanillo?
-Sí.
-Comienzas con artrosis.
-Bueno, lo que tú digas. Observa mi piel... Ni un grano, suave..., divina de la muerte.
-Sí, es verdad. Lástima que tengas esas manchas y las patas de gallo tan pronunciadas. A ver, no hiciste caso a tu madre y te has pasado la vida riéndote... Ahora, a pagar con las consecuencias; el tiempo pasa factura de nuestros pecados.
-¿Desde cuándo es pecado reírse, Mari Pili?
-Chica, yo qué sé, pero no hay más que mirarte y ver que el tiempo te ha castigado... Y, severamente.
-Oye, Mari Pili, un poquito de por favor: vete a la mi..., guapa.
-Tranquila, Lola. Hay remedios.
-¿Sí? ¿Cuáles?
-Primero, recauchutarse: silicona por aquí, silicona por allá. Después, nos vamos al mercadillo a comprar ropita juvenil: un par de minifaldas, dos jerseys cortitos para que se te vean las ruedecillas tan graciosas que han nacido alrededor de tu cintura..., ésa que una vez fue de avispa y ahora es de elefante... Y luego, Lola, viene lo más tomate.
-¿Más tomate, todavía? Si me has puesto como un adefesio.
-Ya, pero tu nueva imagen necesita a su lado una compañía que esté a su altura.
-¡Ah!... ¿Un cubano macizón?
-No, mejor aún: el cubano, no te voy a engañar porque prefiere mujeres de carnes prietas, y las tuyas comienzan a desparramarse. De, ahí, que tienes que comprarte una faja con mucha licra para que sujete tanto peso.
-¡Ahhh!... Mari Pili: fuera de mi casa. Una cosa es que a un amigo le aguantes ciertas verdades..., pero sólo unas pocas. Pero es que tú, ¡hala!, has cogido la autopista “SAT1” y tira millas, hasta que el cuerpo aguante.
-¿Lola, qué autopista es esa que mi Paquito no se la sabe, y sabes que él se sabe todas las carreteras para luego perderse cómodamente una vez que sabe que está perdido?
-La autopista sinceridad a tope, mona. Ahora, antes de salir por esa puerta y no regresar hasta dentro de un par de días, dime qué necesita mi nueva imagen como compañera de la new age cool de lo más very que hoy estreno.
-Toma ya, mi Lola con terminología inglesa, así me gusta: que te sobre antes de que te falte de nada.
-Mari Pili dime y lárgate.
-Necesitas a tu lado para que te haga olvidar la caterva de años que hoy cumples un stripper.
-¿Un quéeeee?
-Un stripper, Lola.
-¿Y de dónde saco yo eso si no sé ni lo qué es?
-Hombres provocadores, Lola, capaces de que pierdas el sentido por lo bien dotados que están de todo, y he dicho de todo, Lola.
-¿Y dónde encontramos a esta especie tan dotada?
-Ahí está lo difícil. Podemos... reciclar a Pepe; es difícil pero...
-¡Ah!... ¿Qué se supone que tendría que hacer Pepe con esa gracia que Dios le ha dado?
-Bien de crema para el cuerpo para que su piel brille como los luceros.
-¡Ay va dios!... Tengo Nivea; más...
-Camiseta marcando pecho.
-¿Vale una que le marque... todo?
-Mejor... Más deseos y pasiones levantará.
-Ya me extraña mucho, pero... Más...
-Calzoncillo prieto... Marcando paquete o, mejor, paquetón .
-Eso no, no... No puede ser y lo que no puede ser, no es, Mari Pili.
-¿Pepe no tiene... de eso?
-El eso a lo que te refieres, no sé qué puede ser, pero si te refieres a lo que puede ser, es, Mari Pili; ahí no hay problema.
-¿Entonces, Lola?
-Que los calzoncillos esos vienen muy pequeñitos y mi Pepe posee un culillo muy hermoso.
-No te preocupes Lola, eso no es problema. Lo importante es provocar, provocar mucho y concienzudamente.
-¡Adiós Mari Pili!... Te dejo, que me llama Pepe.
-¡Feliz cumpleaños, Lola!
-Vete a la mi..., Mari Pili; hasta que no lo soltaste, no paraste... Dime Pepe...
-Lola me ha llegado la factura del Corte Inglés y esto es imposible. Lola no tienes cabeza, no tienes seso, eres una insolvente, eres...
-Pepe qué gran stripper eres... Rotundamente stripper.
-¿Eh?