sábado, octubre 06, 2007

LOLA Y LA Vichysoise HORMONAL

Estoy deprimida. Últimamente noto cosas raras en mí: como si mi carácter estuviera montado en una montaña rusa y, en mi interior, estuviera ardiendo la difunta torre Winsord.Sé que soy pasto de llamas, carne fresca para mis detractores que, a sus lindezas habituales, han añadido el apelativo “Choni”. Yo, que no puedo pasar por este mundo sin entender, fui al diccionario en busca de información, pero nada, mi nueva definición, otorgada por mis hijos, no estaba. Viniendo de ellos, nada bueno podía ser, si me conoceré a estas criaturitas… Así que, como mi Pepe es como una enciclopedia farragosa, le pregunté y su contestación, para variar, fue rotunda:
-No te gastes, Lola. Te han llamado esperpento.

Tranquilos, por eso no me desaliento, anda que no tengo yo un arsenal de preocupaciones y, estas serias, cómo para estar pendiente de que soy “la nueva choni” madrileña. La jerga callejera y juvenil me trae al fresco, yo lo que quiero saber qué es lo que me está sucediendo. No soy la misma. Ya sabéis que equilibrada nunca he sido, imposible con esta familia, pero he sido siempre una mujer muy estupenda, llevadera, lozana, rolliza. Ahora parezco un ascensor descolgado; me mire por donde me mire… La moral no me pasa de los tobillos.Menos mal que está la televisión: entretiene, desinforma, consuela y da soluciones.Estaba espachurrándome los sesos de cómo hacer una tortilla para seis comensales con un solo huevo –difícil, pero no imposible- y, harta, de no avanzar, encendí la tele. Era un programa de esos que hablan todos a la vez, se chillan, se ponen “a caldo”, vamos, como si estuvieran en mi casa, cuando, de pronto, va uno, se levanta y dice: “A ti, lo que te pasa, es que eres una Choni” ¡Ostras!, me dije, esa soy yo. Pero no. Allí se incorporó una, muy digna ella, y le contesta:”Tú lo que eres es un uuuuu”. Era horario infantil y cuando dicen exabruptos pues se distorsiona la voz y te quedas como estabas.

Yo miré fijamente a mi homóloga: muy tomate, más fuerte de lo que yo pensaba que podía ser una presunta Choni; acabé de hundirme en la tortilla de un huevo.Cambié de canal. En éste hablaban de uno en uno, como en el juego de la oca, pero igual de ofuscados y patéticos. Según Peluche, son los nuevos frikkis del panorama social y, antes de que mi niño siguiera dándome explicaciones, le pregunté:

-Peluche, ¿Frikki con Choni casan?

-Es lo más, Mamá. Tú estás a un paso –más leña al mono. Eso me pasa por preguntar.

Decidí probar fortuna en una tercera cadena ¡Genial! Aquí salía uno con cara de libre pensador hablando de las mujeres “Lola, éste te conviene. Agárrate el Limonchelo de tu amiga Monchita y siéntate”¡Qué, qué, qué… descerebrado el fulano!, nos puso a caer de un burro. Aquí no había más tertulianos que yo, ni falta que hacía, me bastaba yo misma mismamente para defender el honor mancillado de Eva sin costilla. Algo mermada soy porque me puse a discutirle, a chillarle, como si me fuera a oír.

Al darme cuenta, me volví a sentar en la silla de las lamentaciones y lloré un poco; me reconforta. Pero me duró poco porque el peripatético ése, va y dice:”Lo que pierde a la mujer es la revolución hormonal”. Ahí no me pude callar y, bajando el volumen de la tele para que “me se” oyera bien, le dije:” Hormonal, tu madre, cacho gilipollas”En esto, no había sentido abrir la puerta de la calle; era mi Pepe. Me contemplaba mudo, pero acertó a decir:

-Lola, tú sí que tienes una Vichysoise hormonal…

Son las doce de la noche; estoy desvelada y pensando… ahí es ná. Tengo un subidón de mala leche que no sé cómo voy a arreglarlo, aunque… ya sé…

-Pepe, despierta, es importante que hablemos.

-¿Qué quieres, Lola?, ¿puedes esperar a mañana?

-Por supuesto que no. Oye, ¿los hombres tenéis hormonas?

-Búscalo en el diccionario y déjame en paz. Quiero dormir…-será capullo.

-Espera, voy. Te enciendo la luz para que no te duermas… –salí disparada y, al instante, volví.-Te leo, Pepe: “Producto de la secreción de ciertas glándulas del cuerpo de animales y plantas que, transportado por la sangre o por la savia, regula la actividad de otros órganos: la testosterona es una hormona sexual masculina”… Ay, Pepe, ahora entiendo todo. Te falta testosterona de esa y por eso te estás quedando calvo y, encima, en el diccionario dice que los hombres sois unos animales y como, además, sois plantas, no pensáis. Tranquilo, yo te quiero igual, incluso, mañana, te compro un crece-pelo.¡Que bien me siento! Me voy a dormir…

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