LA OTRA LOLA VUELVE POR NAVIDAD

-Mari Pili, ya va a ser navidad otra vez…
-Ya he puesto el árbol de navidad-
-Y yo mis sesos a remojo, Mari Pili…
-El sábado vamos al mercadillo a comprar regalos, ¡qué alegría más profusa, Lola!
-Yo voy a ir de compras por Internet. Anticristo me ha preparado una guía turística.
-¡Qué rollo!... Lola, si no sabes manejar Internet. Acuérdate que el año pasado lo intentaste y terminaste en una página porno.
-¿Qué si me acuerdo, dices? Soy morosa, me negué a pagar la factura y ahora estoy en la lista de los perseguidos… ¡Es verdad, Mari Pili!, no puedo comprar por Internet, no me fían… ¡Aleluya!... ¿A qué hora vamos al mercadillo?
-… Parece que fue ayer cuando tuve veintisiete a cenar y este año tengo dos más. Les haré un cuchiflito con aroma del campo rupestre aderezado con patatitas chinuas.
-Aurorita qué perfecta eres. Tengo yo que hacer veintinueve menús del cuchilito tuyo y me suicido a valerianas.
-Hay que ser previsoras, chicas. Nuestra familia espera lo mejor de nosotras.
-Pues que esperen sentados. Mis sesos no dan de sí. Y te voy a ser sincera, Aurorita. Vives en el universo de Barbie Maruja
-Lola, no me seas cabezota. Somos el alma mater de los nuestros.
-¡Qué bonito suena, Aurorita!, qué fina eres. Yo quiero ser Barbie mater.
-Mari Pili, me ha costado mucho llegar a ser una magna Maruja cum laude. Mirad, mirad mis cicatrices…
-A ver… ¡Joder, Aurorita Barbie!, tienes las manos abrasadas.
-Claro de fregar y cocinar… ¿Ves Mari Pili cómo no tenemos que imitar a nuestra magna Maruja pringada laude, alias la barbie?
-Ya, Lola. Pero nuestros maridos admiran a Aurorita y a nosotras no.
-Pues a mí este año me la repampinfla. Si no me admiran que se vayan a casa de Aurorita. Donde caben treinta, caben treinta más.
-Tú eres una fresca, Lola.
-No, pero sí, Aurorita. Voy a comenzar a serlo. He sido una honrada sufridora y, ¿de qué me ha servido? Mirando todo el día el precio de las patatas y los huevos. Planchando, limpiando, yendo corriendo al trabajo. Volviendo deshecha, hecha una papilla mal oliente y, ¿acaso me lo han reconocido? No.
-El alma mater siempre es una sufridora silenciosa, Lola.
-Deja de decir gilipolleces, niña. Yo, antes muerta que callada.
-Quizá, Lola, deberíamos seguir los consejos de nuestra magna gilipollas cum Aurorita…
-Mari Pili, tú estás aducida por nuestra cuchiflita amiga. Pero yo no. Yo soy yo misma mismamente.
-Anda, allá te espatarres, Lola. Voy a imitar a Aurorita… Dime Aurora, ¿qué he de hacer primero?
-Tomarte cinco botes de valerianas, Mari Pili.
-Cállate, Lola y que hable la sabiduría… Habla, Aurorita.
-Sí, dile el tiempo de elaboración de cuchiflito.
-Cinco horas y seis cuartos… Lo meneas suavemente, respiras su aroma, lo vuelves a menear…
-… Vuelves a respirar su aroma mientras te tomas otro frasquito de valerianas y vuelves a agitar.
-Que te calles, Lola… Oye Aurora, ¿no hay una versión más reducida de ser gran magna cum pringada?
-Sí, nosotras, Mari Pili. Somos la versión simplificada del alma mater espachurrada… Os dejo, hasta luego.
-¿Dónde vas Lola?
-A buscar la versión española de la Barbie Lola. Deseo ser rebelde, no guisar. Darme cremas, dedicarme al dolce fare niente, ragazza molto bela, piu bambina…
-¿Qué está diciendo…?
-Nada, Aurorita, que quiere ser Barbie florero. Siempre le pasa por navidad