martes, enero 22, 2008

LOLA Y SUS GRANDEZAS

¡Qué susto tengo San Agapito!... He de ponerlo en papel para ver el susto más pequeño porque, claro, una sin visualizar, sólo con la sensación únicamente toma conciencia del sentimiento y la magnitud se hace enorme, pero si lo plasma, se dice “Anda, mermada, que exagerá eres” y cómo que te quedas más tranquila, ¿no? Pues yo no...

Ay, es que soy bastante mucho limitada y es que parece que me voy a comer el mundo, pero por la boca muere el pez y soy una Don Nadie, una pobrecilla, una… insolvente, como diría mi santo Pepe. Bueno, qué santo, de santo nada, porque me tiene atrofiada. Como me tiene por inútil pues todo lo hace por mí, para que no meta la gamba. Claro, en la vida hay muchos imprescindibles importantes y es ahí donde mi Pepe me dirige y, ¿qué pasa? Pues que cuando yo quiero maniobrar como ente individual pues ni sé y, encima, me asusto, me asusto mucho, me acongojo, me descerebro pensando y no llego a ninguna conclusión coherente que haga que yo haga con coordinación y consecuencia, ¿me explico? Qué suerte si alguien me entiende, porque yo misma mismamente en este momento ya me estoy levantando dolor de cabeza.

Sin embargo Mari Pili me entiende porque cree en mí y cree que yo soy la bomba y como soy la caña, voy yo y me lo creo… y termino, obviamente, haciendo la estupidez del momento, pero esa confianza que mi amiga tiene en mí, yo se la agradezco mucho porque aunque sea por poco tiempo –segundos escasos-, pienso que yo puedo con eso y con más… Pero me sacan del mercadillo y soy mujer fantasma, sólo existo en mi imaginación.
¿Le pasará esto a alguien? Soy consciente de que soy anormal, que mi vigor como mis sofocos son bestiales, pero es que desde que hoy me he despertado, del susto, mis sofocos se han triplicado. Soy un puro chorro sudando y, claro, si salgo al balcón me resfrío porque estamos a dos bajo cero y una tía en bolas a estas horas si alguien me ve, es capaz de encerrarme… Claro que si me encerraran, me evitarían agravios y ya no me tendría que preocupar más por el susto, ¿no? Pues no, porque he decidido no resfriarme y, por lo tanto, no salir al balcón en pelota picada… En fin, ¿veis, para qué uso la cabeza? Para nada útil.

Ayyyyy…, qué va a ser de mí sin mi Pepe, yo sola vagando por el mundo. Si es que me pierdo en el momento que me cambio de autobús… Un consejo para el que me lea: no seáis gilipollas. Si algún alma caritativa se acerca a vosotros a ayudaros, decid que no. Es más cómodo que os ayuden, sin duda, pero no es practico ser florero porque embrutece y, además, porque cuando no os queda más chismes que hacer las cosas solos, ¿qué pasa? Que no sabéis, hijos míos y lo peor es el susto, el mareo, la diarrea mental, el pánico que os invade. Para colmo, si usáis gafas para ver, que no se os olviden porque estar en estado de shock y, para colmo, cegatos, es tremendo, os lo digo porque me paso media vida con las gafas perdidas. Fijaros si no podrían inventar unas gafas que fueran pegadas a la cara como los ojos; yo ahorraría mucho dinero y me enteraría de algo, ¿a que sí? Pues no.

Ayyyy, que mi jefa me manda a Barcelona porque dice que he de crecer. ¿Vosotros creéis que tengo edad? Parece que sí aunque parezca que no; las apariencias engañan.
Y yo no quiero crecer porque si no sé coger un autobús, cómo voy a saber coger un avión… Anda que si atino y me monto en uno y aparezco en Zambia, ¿eh?


Y suponiendo, suponiendo mucho, que llego a Barcelona… Que he mirado el mapa y es muy, pero muy grande, cuando llegue allí, ¿qué hago? Que no, que la vida moderna no es para mí. Voy a llamar ahora mismo a mi jefa y la voy a decir –sin pestañear, sin que me tiemble la peluca- “Si quieres que crezca, que crezca mi amiga Mari Pili conmigo”… ¿Qué hace Mari Pili metida en este ajo? Ay pues que me la llevo y como ella opina que soy la bomba, vamos las dos convertidas a bombonas y nos perdemos. ¿A qué es genial?... Qué grande soy, leches, qué grande… Hasta otro día, amigos, qué grande soy…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Para no perder la gafas te las pegas con celo, porque con chinchetas duele. ¿ Ahora a Barcelona?, que manera de viajar. Pues eso significa que tu jefa confia en ti, por lo tanto eres grande Lola, no te quepa duda, y encima gorda, para que se te vea de lejos y bien. Todo son ventajas lo tuyo Lola.
Un abrazo.

Nómada planetario dijo...

No está mal cambiar de aires y de acento, seguro que te encuentras a gusto, tu puedes insertarte allí perfectamente y no necesitas GPS para andar por la vida.
Saludos.