jueves, abril 19, 2007

LOLA EN FRANCÉS


-Es imposible hablar contigo, Lola.
-Aimm…, Pepe no me digas eso, que me deprimes.
-A ver si te deprimes un rato y cierras el pico y, así, puedo yo hablar.
-Habla, Pepe, el populacho te escucha…
-Lola te pones como una hidra en el momento que te llevo la contraria.
-¿Hidra, dices?, ¿qué es eso que no viene en mi diccionario?
-Un monstruo de siete cabezas.
-¡Jesús!, no sabía que tuviera tanto poderío encima de mis hombros. Ahora, claro, no hay más que verme, soy mucha mujer para ti. Por cierto, ¿sabes si mis siete cabezas hablan simultáneamente?
-Sí, y cada vez dices una cosa.
-¡Imposible!, si sale de un mismo cuerpo, siempre dice lo mismo. Eso sí, en distintos lenguajes para expresarme mejor. Una duda, ¿cada cabeza tiene un cerebro o comparten el mismo?
-¿Puedes hacerme una pregunta algo más inteligente?
-Ahí voy, Pepe. Si tengo siete cabezas a razón de un cerebro cada una, estás ante un portento de mujer. Ahora bien, si comparte un solo cerebro, estoy algo descerebrada.
-Eso…
-¿Eso, qué?
-Que estás descerebrada.
-Ya…, pero ya sabes que ser y estar soy distintos. Ser es estado perpetuo y estar es transitorio. Aunque a mí, si he de serte sincera, lo que más me gusta es el estado gaseoso.
-Gaseosa y descerebrada es un estado letal.
-Letal eres tú, Pepe mío; yo una continua burbuja: “refrescante, efervescente, de sabor dulce y sin alcohol”… Mon cheri.
-¿Desde cuándo sabes francés, Lola?
-Desde que estudié un colegio de dominicas francesas, petit grand monstre.
-Pues poco se te nota.
-Anda, claro. Si lo uso mucho se me gasta. Además a mi no me gusta ir de nada.
-¿De qué voy yo?
-De listo, siempre de Espasa Calpe con apéndices incluidos.
-Lola porque te quiero enseñar.
-Querido Pigmalión no quiero que me enseñes; tus códigos de conducta extrapolan mi yo conciso y terapéutico. Mis burbujas son tomadas como gases carburantes y contaminantes.
-¿Qué dices, mon épouse folle et aimée?
-je n'ai pas d'idée, José, mais il m'est resté rond, coléreux.
-Lola, me has llamado José.
-Ya, Pepe, es que el traductor pasa a Pepe por José.
-Lola, ¿acaso estás utilizando un traductor para impresionarme de tu nivel de francés?
-¿Para impresionarte a ti? Imposible; tú tienes helado en las venas y en el cerebro, horchata.
-¿Ves?
-¿Qué veo?
-Sólo dialogamos para ponernos verdes.
-Qui, vingt-deux ans joints font de nous un arcoiris.
-¿Qué dices, Lola?
-No sé, Pepe, se me ha estropeado el traductor.
-Nous nous sommes convertis en deux daurades, Lola.
-¿Qué dices, Pepe?
-Je n'ai pas d'idée, Lola, mon traducteur ne passe pas l'Espagnol.
-Pepe eres un tramposo. Luego dirás que la descerebrada soy yo.
-Nous sommes deux deux descerebrados.
-Qui, José.

2 comentarios:

Lola Bertrand dijo...

Bueno intento los esfuerzos de Lola , ya que estos días tengo un francés en casa e intento "refrescar" el mío del colegio
Muy logrado , Ángeles.
Abrazos
lola ( la otra)

Anónimo dijo...

Pasear por la Lolas, es toda una sesión de buen humor, del decir popular... Y es que Lola, soy yo, eres tú, son ellas...

Buenos relatos a través del lenguaje directo. Felicidades. Espero verlas publicadas.