LA MENOPAUSIA ATACA A LOLA

-Lola, ¿qué haces con gafas de sol puestas en casa?
-Ensayando, Mari Pili.
-¿Ensayando, qué?
-Hija, a ser famosa. Acaso, ¿no ves la tele?, ¿no ves a Victoria Beckham y Tom Cruise en un partido de fútbol a las diez de la noche con gafas de sol? Pues yo también.
-Ten cuidado, a ver si te das con una puerta..., porque tienes que verlo todo un poco oscuro, ¿no?
-Oscuro, no, Mari Pili; simplemente no veo, pero he de pagar el precio de la fama. ¿No te pones tú unas?
-¿Qué quieres, que venga tus hijos y nos pidan un décimo de la ONCE?
-A mí, si me dan dinero, vendo hasta la radiografía de mi tórax; total, no me sirve para nada... En fin, que no me quiero desperdigar. Te he hecho venir para que veas esto... ¿A qué es divino?
-¿Qué es esto, Lola?
-Mari Pili, ¿tal mal ves que no ves?
-Lola, me estás enseñando una revista con cubos y palas.
-Claro...
-...
-Bueno, ¿qué opinas?
-¿Qué quieres que opine de estos set de cubo, pala y rastrillo? Acaso, Lola, ¿estás sufriendo una regresión a tu infancia?
-De verdad, Mari Pili, eres la bomba. Yo, todo el día exprimiéndome los sesos para que tú no me sigas.
-Espera que me centre, Lola... ¿Has pensado que nos vayamos al parque a jugar con la arena y, para eso, nos tenemos que comprar estos espléndidos juegos de pala, cubo y rastrillo?
-Mari Pili, no son para nosotras
-Ay, me tranquilizas, Lola... Entonces, ¿para quién son?
-Para Paquito y Pepe.
-¿Cómo dices, Lola?
-Mira Mari Pili: este año nos vamos a Ibiza de vacaciones y las playas de allí no son como las de Santander; son mucho más peligrosas.
-¿Sí?
-Sí. No querrás que nada más llegar perdamos a los maridos...
-Yo no tengo problema, Lola.
-Ni yo tampoco, pero no serían nada sin nosotras. Allí se respira libertad y tanta no es buena cuando no se está acostumbrado a consumirla.
-Lola, pareces de la posguerra, guapa.
-Me da igual lo que pienses; a los chicos les ponemos a jugar con los cubos y las palas en la arena y no ven más.
-Pero, Lola, ¿qué quieres que no vean?
-Cuerpos esculturales como Dios les trajo al mundo, ¿te parece poco? Luego nos ven a nosotras y se ponen a llorar. Así, ojos que no ven...
-¡Genial!, la gente hace lo que le da la gana sin molestar a nadie... De verdad, Lola, encima de ser de la posguerra, eres más pardilla que un campo de amapolas... Te estás dejado dominar por los efectos de la menopausia, Lola.
-¿A qué te vas solita a Ibiza? Me estás insultando
-Lola, vas a dejar el plumero, la tele y los programas de radio en los que hablan los hombres del Cromañón, y vas a salir al mundo. Vuelve a trabajar. Necesitas salir de casa.
-¿Y tú no?
-Yo no entro. Además, yo soy mucho más moderna, siempre lo he sido.
-¿Y si me sale otro jefe tocapelotas como el que tuve? Mi mercadillo, Mis niños, mi Pepe, mi yo...
-Lola estás llena de miedos, es por tu bien.
-Oye, oye, sabelotodo. Cierto que estoy pasando una temporada de debilidad, pero la gran Lola yace dentro.
-Sácala, se va a apolillar. Vete al médico para que te dé algo que te ayude.
-Eso jamás, no reconoceré ante nadie que estoy menopáusica perdida, jamás... Mari Pili, una dudilla... ¿Sabes si las menopáusicas se bañan en bolas en Ibiza?
-Es una tierra maravillosa, admiten taradas como tú.
-Me has vuelto a insultar, Mari Pili.
-Me has vuelto a provocar, Lola.
-Es que, como tú no padeces la menopausia, vas de diva por la vida... Ay, Mari Pili, dame el abanico que me viene, corre...
-Toma, pero dime quién viene, Lola, no me dejes en ascuas.
-Los sofocos, Mari Pili, los sofocos.
-¡Qué lástima, qué lástima, Lola!... Anda, llama al médico.
-Vale, pero diremos que eres tú, ¿te hace?
-Con tal de que vuelvas a ser tú, lo que quieras.
-Gracias, Mari Pili.
-Oye Lola, cuando salgamos del médico, compramos los cubos y
las palas para los chicos. He pensado cuántas más piezas mejor.
-¿Segura que la menopáusica soy yo, Mari Pili?