viernes, junio 29, 2007

LOLA Y LA MUDANZA


-Aquí estoy... Buenos días, Lola.
-Ay, Mari Pili, esto es de locos... Me suicido.
-Mujer, anda, deja el suicidio, no es el momento.
-Bueno, entonces me mato.
-Tampoco te mates, no merece la pena; el mundo te necesita.
-¿Para qué, Mari Pili?, ¿para embalar porquería?
-Tranquila, para eso he venido. Yo te ayudo a embalar; ya verás, en una hora estamos en el mercadillo. ¿Por dónde empezamos?
-¿Sabes lo que te digo? Voy a tirar todo, comenzaré una vida nueva, sin nada.
-¿Empezarás de cero a acumular recuerdos?
-No, viviré al día, Mari Pili.
-Todo el mundo tiene un pasado que, de vez en cuando, le gusta recordar. Mira, por ejemplo, ¿vas a tirar estos pantaloncitos tan horrorosos? Cuando los veas te traerán recuerdos bellísimos del mal gusto que tenías, Lola.
-Mari Pili, ¿quieres que recuerde eso? A la basura, ahora mismo.
-Lola, mira, fotos de cuando éramos pequeñas, ¡qué rollizas estábamos!
-A la basura, Mari Pili; ya está mi Pepe para recordarme la masificación de grasa en el cuerpo.
-Looooooooola, tus notas del colegio, ¡ños!, qué mala estudiante eras.
-A la basura... No hacía falta más que las viera Peluche. Siempre le digo que su madre fue una perfecta ejemplar en el colegio.
-¿No le especificas al chico qué clase de ejemplar eras, Lola?
-No.
-Entonces no le mientes; entre nosotras: eras el ejemplo del desastre.
-Que lo tires a la basura, he dicho, Mari Pili.
-Voyyyy, mandona... ¡Eh!, mira, Lola, menuda colección de sujetadores... son de todos los tamaños, parecen de monja de clausura... Lola, ¿tanto te han crecido los senos y cosenos? No me mientas, ¿acaso te has hecho ensanchamiento de pechos y no me lo has dicho, Lola? Mientras, yo con estas dos birrias...
-Tranquila, mujer; todo lo mío es natural. Tíralos, no quiero ni un recuerdo de cuando era mujer espagueti.
-¡Hala!, y esto, ¿para qué lo guardas?
-¿Qué es?
-Facturas, Lola.
-Tiralo, Mari Pili, como lo vea Pepe, me cuelga. Empezará a calcular todo el dinero que me he gastado y no hará falta que me suicide; él me asesina.
-Estos vasos rotos los voy a tirar, Lola.
-Nooooooooo, Mari Pili.
-Si están rotos, Lola.
-Ya, mujer, pero me dan pena.
-¿Unos vasos te dan pena?
-Bueno, anda, tiralos; tienes razón.
-¿Y esto?
-También tiralo.
-¿Y esto otro?
-También...
-¿Y tu partida de nacimiento?
-¿Ésa? Tirala la primera; me convertiré en la mujer inexistente, sin edad ni condición.
-Y, ¿las cazuelas para cocinar?
-También... Mira, espera, voy a llamar a los del camión de la basura.
-¿Para qué, Lola?
-Que se lleven todo; terminamos antes. No quiero nada, pero nada. Todo es mierda acumulada en veinte años, más la que me traje de casa de mis padres que, cuando la vio Pepe, casi se divorcia antes de casarnos.
-¿No te quedas con nada? Luego no me vengas a pedir, Lola, que te conozco.
-No quiero nada, Mari Pili, nada...

-Lola, ¿dónde está la cama?
-No está, Pepe. El suelo es sanísimo para la columna.
-Mamá, ¿mi pijama?
-Duerme en bolas, Peluche; hace calor.
-¿Y qué cenamos, Mami?
-Dieta estricta, Anticristo; la obesidad no es buena para el corazón.
-Lola, por curiosidad, ¿has tirado todo?
-No, Pepe, claro que no.
-¿Con qué te has quedado?
-Con la satisfacción de saberme que no he de hacer nada, ni limpiar ni recoger... Nada, Pepe, nada.

2 comentarios:

CATI COBAS dijo...

¡Tienen que descubrirte! Podrías hacer reír a muchos con tu Lola, Angelines...Un abrazo de Cati

Anónimo dijo...

Hola, hoy es viernes y como todos los viernes estoy comiendo en la oficina y leyendo a "tus lolas". Me gustan un montón y me hacen pasar un rato muy divertido, y desconecto del trabajo y demás rollos. Un beso.