martes, junio 12, 2007

LOLA Y LOS HIJOS

-Peluche: tu madre no ha podido caer más bajo, hijo...
-Por dios, Mamá, no me asustes. ¿Qué has hecho esta vez?
-No, nada, sólo quiero pedirte un pequeñísimo favor, hijo.
-No estoy en venta, Madre. Mi padre me hizo honrado; no vulneres mis principios.
-Mira, Peluche, no me toques las narices, ¿me haces el favor o no?
-¿De qué tipo de favor estamos hablando: de los que sobrepasan las leyes físicas o un simple streptess? Si es lo segundo cuesta una doble propina porque doy por hecho que no se tiene que enterar Papá, ¿no?
-Me da igual que se entere el mismísimo presidente del gobierno, tu padre o Mahoma; no hay pago extra.
-Entonces, se acabaron las negociaciones. ¡Adiós, Mami!... De todas formas, si no encuentras a nadie, te puedo hacer un precio por ser tú.
-Gracias, Peluche, por tu generosidad.

-Anticristo, ¿estás estudiando, hijo?
-¿Tú qué crees, Madre?
-No sé, como eres tan raro... Oye, ¿me podrías hacer un favorcillo, hijo?, ¿te hago un bocadillito de jamón?
-No me compres, Madre; vete al grano.
-Gracias, hijo, por no pedirme nada.
-No es mi estilo, Madre; tengo mis propias tácticas. Venga, desembucha.
-El caso Anticristo, ya sabes que no tengo vicios. ¿Tú me has visto alguno? Pues no, porque no los tengo. Bueno, ir al mercadillo con Mari Pili, pero eso no es vicio.
-Efectivamente, Madre: eso es una fijación. Cuéntame qué quieres...
-Como te decía, hijo, es una chuchería de nada lo que quiero que me hagas. Ya sabes que tu madre es un poco torpe con ciertas cosas. ¿Te acuerdas cuan...
-Madre, tengo mucho que estudiar. ¿Me vas a decir o no lo que quieres que te haga?
-Es una cosa sencilla; con lo que tú eres, en dos minutos has terminado. Yo siempre se lo digo a Mari Pili “Mari Pili, Anticristo es una joya, no se parece a ninguno de nosotros”
-Gracias a Dios, Madre, porque sois unos petardos.
-Oye, oye, que yo no te he ofendido; ten un poco de respeto a tu madre. Además, como ente individual, exijo un mínimo de respeto como yo respeto a los demás entes.
-Madre, tú no eres un ente, eres, eres...
-¿Qué, dime?
-Eres mi madre; ente irrepetible, único en su especie, humanoide en estado puro capaz de aburrir a un mosquito. Jamás un ser ha sido como tú, apta para levantar pasiones encontradas, despertar instintos agazapados. Madre, dime qué quieres que te haga...
-¿De verdad, Anti, soy todo eso? Fíjate que yo creía que era una insignificancia y soy total, ¿verdad?
-Maaaaaaaaaaaaaadre, has podido conmigo; me rindo.
-Vale, tranquilo, ya sabes que los nervios desconcentran y tienes que estudiar.
-Eso, me voy a estudiar; pídeselo a Papá.
-Pero Anti, ¿cómo le voy a pedir a tu padre que me grabe “Bea la fea”? pensará que soy un encefalograma plano por ver esa serie. Entiéndeme...
-Sí, es verdad; no decepcionemos más a Papá. Lo grabo yo. Ahora vete.
-Anti, no te he dicho a qué hora es...
-A las cuatro y media, Madre.
-Anda, ¿y por qué lo sabes?
-Porque yo también lo veo.
-Mejor que no se entere tu padre; con un tarado en la familia es suficiente. Ya decía que eras un poco raro... Qué lastima.
-Maaaaaaaaaaaadre...
-Ya me voy, cielo mío; si necesitas algo, si tienes hambre, si quieres que te ayude, si...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lola y Anticristo noveleros...me encantó. Cati