martes, julio 10, 2007

LOLA LA VIUDA


-Dos más dos, más cuatro, más seis, catorce y me llevo una...
-Madre, ¿por qué no usas calculadora? Rápido e higiénico.
-Anticristo, tu padre sumaba a pelo; pues yo también.
-Tú no eres Papá; eres más torpe, más...
-No te gastes, hijo; soy yo misma mismamente, dejémoslo así.
-¿Quieres que te ayude?
-Esto no tiene remedio, Anticristo; donde no hay, no se puede sacar.
-¿Tan en la ruina estamos, Madre?
-La ruina es decir algo; directamente no estamos. No tengo ni para ir al mercadillo, ay...
-Madre, podemos quitar gastos superfluos y dejamos lo básico.
-Mi propina es básica, Mamá.
-Peluche, tú y sólo tú. Que sepas que en el mundo hay más gente.
-Madre, no le hagas caso; tú céntrate, ¿qué quitamos primero?
-¡Ay, Pepe!, Vuelve, aunque sólo sea para pagar la hipoteca. Ayyyyyyyyy...
-Calma, Madre, ya verás cómo sale el sol.
-Ya, pero mientras tanto, estoy como Santa Teresa en la noche oscura del alma...¿Pepe, por qué te has muerto? Si al menos me hubieras enseñado antes de irte.
-Mamá, Papá te quiso enseñar, pero tú no te dejaste.
-Por supuesto que no, Peluche; tu madre es muy suya.
-Mira este papel, Madre, parece un seguro.
-Lee, Anticristo, ¿qué nos dan?
-Nada, Madre, es por si le robaban la tarjeta a Padre.
-¿Y por robarle la vida no hay nada?
-No veo nada, Madre.
-¡Ay, Pepe!, pero qué capullo has sido. Ayyyyyyyyy...
-Madre, yo me pongo a trabajar; algo encontraré.
-De eso nada, hijo. Tú a estudiar que para eso eres tan listo como tu padre... Chicos, miradme bien, ¿cuántos años aparento?
-Mamá, es mejor no mirarte...
-Peluche eres muy gracioso, pero si aparento joven, quizá, aún, encuentre trabajo.
-Sin gafas y a oscuras, pareces una niña, Madre.
-Gracias, Anticristo, eres muy amable.
-No es por nada, Mamá, pero si te empeñas en trabajar, te tienes, antes, que reciclar.
-Pues vuelvo al colegio, Peluche, me matriculo en una autoescuela y ya está.
-Las autoescuelas son para aprender a conducir, Madre.
-¿Y qué crees que necesito, Anticristo? Aprender a conducir mi vida... Claro que, eso cuesta dinero... ¡Pepe, cobarde!, capullo.
-Madre, deja a Padre en paz.
-¡Jamás!, hasta en las tinieblas se va a acordar de mí... Menos mal que no le hemos enterrado; nos hemos ahorrado un nicho en el cementerio. Están carísimos, tan caros o más que una plaza de garaje.
-Por cierto, Madre, ¿dónde has metido a Papá?
-Estoy enfada con él y le he metido donde los botes de cocina.
-No me jodas, Mamá, no me jodas... ¿De qué color son las cenizas de Papá?
-Morenitas; de muerto tiene mejor color que de vivo.
-Mamá...
-¿Qué, Peluche?
-Creo que me he echado unas pocas en el café... Creí que era azúcar moreno.
-¡Hijo!, ni se te ocurra ir al baño, que se va tu padre por el desagüe.
-Hermano, ponte un tapón en el culo. ¿Cuántas cenizas te has echado?
-Tres cucharadas.
-Te has comido, por lo menos, un brazo y una mano de Papá. -Ayyyyyyyyy, encima de viuda, ahora me quedo con un marido manco y ausente, ayyyyyy...

No hay comentarios: