lunes, julio 09, 2007

SOBREVIVIRÉ A PESAR DE TI


-Lola, ¿te has fijado en lo que estás haciendo?
-Sí, pelar patatas.
-Ya, pero, ¿para qué tantas? Al menos hay diez kilos.
-Con mis patatas hago lo que me da la gana... ¡Ay!, Mari Pili, ¿qué va a ser de mí? Soy una inútil, bien lo decía Pepe; se me ha ido el manantial de mi inspiración, ay...
-No llores Lola, por favor.
-¿Acaso te piensas que estoy llorando por Pepe? Lloro por la maldita cebolla... ¿A qué ha sido un capullo?
-Lola, por dios, no digas eso de Pepe; era un buen hombre.
-De mi Pepe digo lo que me da la gana para eso era mío... ¡Ay!, ¿qué va a ser de mí? Peripatético, jamás te perdonaré lo que me has hecho, ¿te enteras Pepe?
-Lola, deja de chillar, ya no te oye.
-¡Já!, el que tuvo, retuvo; insufrible, pero casi perfecto.
-Lola, de él sólo quedan sus cenizas... Por cierto estoy de ver a Pepe en versión cenizas hasta el moño... Lola, entra en razón, debíamos enterrarle ya de una puñetera vez.
-¡Y un jamón!, de eso nada. Éste se va a enterar de quién es Lola... Hasta muerto voy a hablar de él. Quisiera estar tranquilito en su tumba descansando de mí, pero lo llevan claro sus cenizas... ¿te enteras Pepe?
-Deja de chillar; el que ha perdido es él... Ya sabes lo de muerto al hoyo y el vivo al bollo.
-Qué bollo ni que niño muerto, si no me ha dejado un duro; estoy en la ruina... ¡Desgraciado!, más que desgraciado. ¿Quién te dio permiso para morirte?, ¿eh?
-Lola le dio un jari y se murió, pobrecillo...
-¿Pobrecillo, dices? Un irresponsable que me deja con dos monstruitos para que les eduque yo solita, ayyyyyyyy... ¡Cabrón!, Pepe, entérate.
-Lola, basta ya; déjale descansar, se lo merece, ya te metiste con él suficiente en vida, acuérdate, le pusiste a escurrir.
-Pues ahora más... ¿A qué fui una buena esposa, Mari Pili? Si hasta le enterré con camiseta para que no cogiera frío... ¡Ah!, y le puse calcetines nuevos, sin agujeros y calzoncillos limpios.
-Lola, que no le has enterrado, que es lo que quisiéramos todos, pero no hay manera; estás trasegando con sus cenizas desde el día que se murió. Los chicos no quieren entrar en casa...
-Pues que no entren... ¿Sabes lo que te digo, Pepe? Vas a venir conmigo al mercadillo; jodete, si no, no haberte muerto.
-Venga, Lola, hay que seguir adelante; tienes que empezar una vida nueva.
-Sí, pero con sus cenizas... Pepeeeeeeeeee, escúchame: me has hecho sentirme Escarlata O`Hara, así que a Dios pongo por testigo que seré una viuda alegre, ¿me oyes, Pepe?
-Así me gusta, Lola, ahora, vayamos a enterrar a Pepe, que ya huele.
-¡Jamás!, Mari Pili, jamás… Ahora, déjame, voy a hacer tortilla de patata, le gustaba mucho... Ayyyy, Pepe, ¿por qué me has hecho esto? Pero que sepas, que sobreviviré a pesar de ti... con tus cenizas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pongo aquí un comentario que me han hecho en el foro Iceberg que me ha llenado de orgullo y de ánimo para seguir escribiendo mis Lolas.
"Querida niña:Aqui si se han leido tus "lolas"los chicos de 1º y 2º de bachillerato de mi Centro hacen comentarios de tus textos ya te guardare alguno para gloria tuya,por aqui se las conoce muy bien, ya me encargo yo de que asi sea,pero Angeles cargarte a Pepe......me parece un poco duro podia haber dado mucho juego en vida,muerto ya no se yo.seguro que tambien ,pero yo lo preferia en vida hija de mi alma,no quiero que mates a nadie mas, es imprescindible que vivan todos mucho tiempo"
Justa Cañibano