jueves, diciembre 20, 2007

LOLA Y LA MASIFICACIÓN

Mi Pepe me tiene anulada, sí. Me dice “Lola, el café se toma en taza y con cucharita de moka o café”… Yo miro mi vaso gigante, de los de gin tonic, lleno de cafecito rico, rico, con cuchara sopera y me digo a mí misma mismamente “Lo que tú digas Pepe” ¿Entonces, qué hago? Está claro, una vez que me ha anulado, me sigo tomando mi café rico, rico, en el vaso de gin tonic aunque, si me levanto sofisticada, con aires de mujer mundana, tomo el café en copa de cava. Digo yo ¿por qué, puñetas, me quieren masificar? ¿Por qué he de hacer las cosas según los cánones preestablecidos? No, que no os engañen, está demostrado que el orden de los factores no altera el producto, bueno, para la inmensa mayoría de las cosas, no hay que generalizar, tened mesura como yo, cierta disciplina, eso sí, equidistante de los personajes que, como mi Pepe, os quieran anular. Dicen, camuflados en piel de oveja que nos quieren educar, enseñar… Qué no, qué no, lo que quieren esos zorros es domesticarte, hacerte un clónico como la oveja inglesa, la Dolly, ¡y un cuerno!... Que no, que así se ha escrito la historia de la humanidad con seres perversos, dominantes como mi Pepe o la toca pelotas de mi jefa. Vosotros sed como os pide el cuerpo, eso sí, sin hacer daño a nadie... para muestra, un botón, os cuento...Mi niño Peluche con un par de pelotas ha decidido ser un metrosexual aunque yo me santigüe cada vez que pasa por mi lado y su padre el impotente se dé cabezazos contra la pared. Tú educas, ¿vale? Haces lo que está en tu mano, pero cuando llegas a los muros de Babilonia y no te dejan pasar, ¿qué haces? Encomendarte al Santísimo, hijos míos, y contemplar como los metrosexuales se instalan en tu vida. Hay que respetar al prójimo y, os advierto una cosa: es que si lo analizas bien, no es malo, ¡leches! Que no, es simplemente, distinto. Estábamos acostumbrados a que las mujeres fueran a la peluquería, se dieran cientos de potingues en la cara, enloquecieran por la ropa, compraran lencería para sugestionar al macho man de turno y digo yo, ¿por qué los hombres no van a hacer lo mismo? Sí, hijos, sí, los metrosexuales son los que tienen un comportamiento en ciertas áreas igual que el de las mujeres, sin renunciar a su condición de hombres con pene y testículos volcados en las mujeres, ¿me seguís? Vamos que son machos, machos, machos, aunque se depilen o se den crema. Claro, es un presupuesto a mayores porque yo estaba feliz teniendo dos varoncitos mientras mis amigas se arruinaban con sus hijas. Yo dedicaba todos mis excedentes económicos a comprar patatas de buena calidad. Este revés me ha supuesto un agravio serio para el bolsillo, no para la cabeza, ésta ya es como es, cosa que debéis aceptar que Lola es Lola y siempre lo será. Porque claro, si sumamos la subida del 153% de las patatas normales más los gatos que supone tener un metrosexual, llegamos a la conclusión evidente que, ¡tíos, es la ruina! Qué contenta estoy con el guarro de Anticristo, mi niño pequeño, por no gastar, no gasta agua ni peine, aunque estoy preocupadísima porque mi Pepe, como es hombre masificado y hace lo que todo el mundo, ¿diréis? Se ha ido de paseo y ha visto en todos los escaparates de caballero los mismos pantalones y se ha comprado unos, hasta ahí normal pero es que ¡son rojos! ¿Os imagináis a mi Pepe vestido de colorado? Si es más gris que las cenizas de la morgue en donde trabaja… Ay, ¿se estará convirtiendo en metrosexual? Yo, os lo digo seriamente, no estoy preparada para tanto metro, que no, que no... Os dejo, estoy muy preocupada. Voy a tomarme una ración de valerianas y otro café, pero esta vez en copa de vino. ¡Hala!, yo sí que soy única.

2 comentarios:

CATI COBAS dijo...

Mejor un metrosexual y no uno que no sebañe, Lola...besos de Cati

blumun dijo...

Metro, bi, ¿ que importa?. Estamos en Navidad.
FELICES FIESTAS a Lola y todos los lectores, comentadores, y en especial a su mami, la mªángeles :)
Besazos :-)