martes, enero 01, 2008

LOLA Y LOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos, Majestades de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, dos puntos:
… Soy Lola, la de todos los años. Puntual como un rayo porque luego se me cuela la gente y tienen ustedes muchos pedidos, una de las pocas inocentes adultas que quedan y creen fervientemente en ustedes. ¿Por qué creo?, Anda, estos, qué preguntan me hacen. Pues porque las jaulas de grillos somos así de raras. Ustedes son parte de mi historia personal, leñe, si les destruyo, ¿qué me queda de la inocencia, de mi niñez? Nada y por ahí no trago; si el mundo quiere desencantarse, allá él, pero Mari Pili y yo no.
Además, les he sido fiel, tanto como a mi Pepe y fíjense que ha venido el gordo ése vestido de rojo con sus renos a tentarme, pero yo no; soy mujer de un solo hombre. En este caso, sólo de ustedes. Me he visto todas sus cabalgatas. Frío, lluvia, hasta nieve han salido a mi paso y yo, Lola, impertérrita, a las cinco en punto haciendo sitio para verles pasar y gritar ¡Melchor, Gaspar, Baltasar!, hasta quedarme afónica.
¿Y lo que he tenido que aguantar de las señoras frescas que llegaban en el último momento y querían colocarse ellas y sus hijos en primera fila? Y un jamón, a mis niños no les quitaban la primera línea, para eso estaba su madre para, si hacía falta, liarse a paraguazos. Religiosamente he limpiado los zapatos para que ustedes los encontraran relucientes y, si les sobraba un regalillo, lo dejaran también. He puesto agua para sus camellos, y Cazalla de la buena para sus Majestades, sin hablar de las pastitas, turrones y chocolate. Todo se lo han bebido y comido durante estos años, menos aquel año que compré una oferta que estaba un poco apolillada y les entró colitis por lo que no se pudieron terminar mis manjares.
¿Y ustedes cómo me han respondido? Con todos mis respetos, de vergüenza. Ojito, que no les quiero echar nada en cara, pero es que nunca me han traído lo que yo he pedido, leñe. ¿Acaso sólo tienen costureros para adultos? Parecen sus majestades tres discos rallados. Saben que en mi vida no cabe ni el hilo ni la aguja; cuestión de principios. Pues, ¡hala!, ya tengo quince y, lo más gordo, sin estrenar. Les aviso, si este año van a hacer lo mismo, ahórrense el paseo; no vengan. Yo quiero de ustedes lo que yo no me puedo comprar. Por ejemplo: un coche deportivo sin techo, a ser posible en color rosa pasión. Un abrigo de marmotas del cantábrico, un viaje a Ámsterdam para dos. Me han dicho que allí hay muchas flores, canales, puentes y museos para mi Pepe. Un viaje en AVE a Málaga de ida y vuelta para dos, también. Piensen que hay cosas que pido para dos porque tengo que llevarme a mi Pepe a cuestas, si le dejara en casa, mis hijos no lo perdonarían nunca que su madre se fuera a disfrutar y dejara el calvario para ellos.
Tampoco quiero nada del mercadillo, que les veo venir; mucho se me critica por esta desviación que tenemos Mari Pili y yo pero, luego, ustedes pierden el trasero por hacer sus adquisiciones en los puestecillos ambulantes… A ver si tenemos un poco más de personalidad y no me imitan tanto.
Para mi Pepe quiero calcetines para los doce meses, así, si se rompen, no tengo que coser.
Para Anticristo por casualidad, ¿no tendrán ustedes una ducha que lo haga todo sola? Es que mi niño le da pereza meterse en el agua y un no sé qué el gastar jabón y peine. Y, claro, si existiera una ducha que se lo hiciera todo, fíjense qué alegría para su madre que soy yo.
Para Peluche, ay, qué pido para este enjambre de grillos al por mayor… Tráiganme unos calzoncillos negros con el elástico que ponga kelvin no sé qué. Como es metrosexual, se mira mucho el interiorismo.
Para Mari Pili, unas zapatillas moraditas con hebilla y dos lazos grandes. Sencillas, ¿eh? Es que le gustan mucho las mías y como es “culo veo, culo quiero”, pues eso.
Para Aurorita, algo discreto, eso sí con mucho encaje y puntillas; ella es muy elegante. Si lleva plumas, mejor, más completo.
Para Monchita, unos skis. Se va a los Apeninos, donde vive Heidi y su abuelo a esquiar.
Para Pichu, recetas para la Termomix; las que tiene ya las ha probado todas.
Para mi madre… Lo que les dé la gana. Nada le va a gustar y lo va a cambiar. Así que ustedes mismos…
Para mi cuñada Heidi, un novio. Majestades, la chica lo necesita como el comer. La noto más para allá que para acá. Un hombre la puede descentrar. Tráiganselo rápido.
Y nada más… Bueno, lo mío que sea todo de lujo, ¿vale? Y si no tienen de eso, pues lo que sea, pero que sea mucho, porque me lo he ganado. He sido maravillosamente excéntrica, inusualmente risueña. ¿A que esto no lo es casi nadie? Pues yo sí y Mari Pili, también.
Un abrazo muy grande, una enorme reverencia y hasta el año que viene a la misma hora.
Lola, la de siempre

4 comentarios:

Anónimo dijo...

asi me gustan las cartas de los reyes, ya no escribo la mia pa que, si van a ser calcadas y no es cuestion de volverlos locos y luego se lien y no pasen por nuestros humildes hogares.me encANTA UN BESAZO

blumun dijo...

Espero que Lola tenga este año su Armani. Aunque para que se lo traigan a ella, que me lo traigan a mi :)
Besos.

Lola Bertrand dijo...

Yo creo que Lola tiene un problema , no la educaron en las dos culturas por eso se AFERRA a los reyes magos.
Mira Lola en los chinos venden unos reyes magos que trepan por las fachadas y hacen la misma función, no es poe discrepar pero yo me quedo con Papá Noel.
Venga , abrazos de mar.
Lola ( laotra)

Nómada planetario dijo...

Van a dejar fulminada su Visa sus majestades de oriente con el listón que has preparado.

Suerte con los reyes y saludos.