miércoles, septiembre 03, 2008

LOLA EN ECONOMÍA DE GUERRA

-Pepe, ¿dónde has estado?
-En la compra, ¿o no lo ves?
-Pepe, Pepe, no me revoluciones los nervios y los instintos. ¿Qué te mandé comprar?
-Pasta y macarrones… Y aquí están. ¡Ah! Y zumo
-Pepe, tú que tienes la mente tan bien amueblada, ¿dime por qué la has desamueblado? Dime, querido, antes de que te asesine.
-El próximo día vas tú, Lola, ya que eres tan perfecta.
-Sabes que Dios cuando creo la perfecta imperfección, me hizo personalmente a mí, pero me dejó media neurona para andar al menos en zapatillas. Pero túuuuuuuu… Me dan ganas de poner una reclamación a mi suegra.
-¿Qué tiene que ver mi madre en este ajo?
-Precisamente, ¿por qué me traes siete kilos de cebollas cuando en casa hay ocho aún de la vez anterior que tampoco te encargué cebollas y tú trajiste?
-Lola estaban de oferta… Acuérdate, economía de guerra.
-Ni el peor ministro del Señor Zapatero, que son todos, hace esto. ¿Y mi crisis?
-¿Estás en crisis?
-España entera está en crisis, Pepe. Hay que ahorrar, lo ha dicho el presidente, y vas tú y ¡hala! Treinta paquetes de pasta fresca, que justamente pasado mañana caducan ¿Tú crees que nos dará tiempo en menos de cuarenta y ocho horas a tomarnos los treinta kilos?
-Invita a Mari Pili.
-Está de vacaciones.
-Pues llama a Monchita.
-Está enferma del último atracón que la invité a patatas que se me caducaban, ¿lo recuerdas?
-¿Y Pichu? ¿Aurorita, tal vez?
-Justamente a esas dos no quiero invitarlas. Son las perfectas amas de casa que saben lo que hacen en cada momento. No quiero que piensen que su amiga Lola es una desequilibrada.
-Si lo saben y sabes que son ambas dos muy caritativas con el prójimo circundante.
-Pepe no quiero perder a mis amigas, ¿vale? Ahora te vas y devuelves la sobredosis de compra.
-No. Vete tú, yo me voy a jugar al golf ¡Adiós!
-Pero que moooooooooorro tiene este tío. Que se ha ido, que me ha dejado… ¿Monchita? Soy Lola.
-Lola, ¿no me llamarás para merendar, verdad?
-No, no, sé que aún tienes pesadez de estómago… Te llamaba ya que escuchas tanto la radio para ver si has oído algún remedio para la sobredosis de alimentos a punto de caducar.
-¿Qué, te la ha jugado de nuevo Pepe? No escarmientas. No tomas conciencia de que nuestros maridos están con la pitopausia y tienen descontroladas las neuronas. Además de pesados, están al límite de sus posibilidades.
-Pobrecillos, necesitan comprensión, Monchita.
-Más que compresión, paciencia y cerrar los ojos.
-Yo con que me quite las gafas tengo suficiente, ya no veo, pero siento, Monchita. ¿Qué hago con los sentimientos?
-Mente fría, controlada, Lola.
-Ya, ya sé cómo dices, ¿pero qué hago con mis veintisiete kilos de pasta fresca que caducan pasado mañana? ¿Tienes algún remedio de ultimísima hora, guapa?
-Sí, claro. Calcula cuánta pasta podéis comer por cabeza, el resto, dásela a los desfavorecidos. Ahora te dejo que he de preparar la comida. ¡Adiós, Lola!
-Oye… Me ha colgado… Las escribiré un email urgente.
Queridas amigas… Pichu, Aurorita, Mari Pili, Monchita… Ah, y vuestros maridos, hijos y familiares próximos también:
Sabiendo que estamos en crisis, sabiendo que estáis pasando hambre por el ahorro de costes que supone ahorrar en tiempos difíciles, vuestra Lola os convoca a una merienda, mañana mismo (pasado puede ser tarde, os podéis haber muerto de inanición)
Os esperan grandes sorpresas, con todo mi cariño, Lola.

¿Colará?

4 comentarios:

Unknown dijo...

Si no va una misma al super, pasa lo que pasa, que tiene que organizar merendolas al estilo de "Mujeres Desesperadas" ;)
Besazos y buen giorno querida.

Marta dijo...

Lola ¿aún no has descubierto e.bay? Pues ahí se vende de todo y muy rápido!!!.

Mayela Bou dijo...

Enviar a los maridos a las compras es un verdadero atentado.
No imaginas lo mucho que disfruto leerte, lo hago cada mañana y me deja una sonrisa que me dura casi todo el día.
Un abrazo!

Nómada planetario dijo...

Un poco me pasa como a Pepe, pero con el pescado cuando está bien de precio, lo cual aún es más grave.
Se acepta la invitación a merendar, llevaré tarta de postre.
Que sea leve el atracón. Saludos.